Un par de ojos no bastan para ver el mundo, un sólo par de ojos puede distraerse en el horizonte nublado mientras en la nuca se quema un bosque o nace una cacatúa. Puede que esos ojos se hayan empeñado en estar entrenados para reconocer todo su entorno, años de mirar más allá de las cosas, pero nunca van a lograr abarcarlo todo, bueno eso del todo suena ambicioso, me retracto, pero se le van a escapar más cosas que si hubiera más ojos en el mundo para para apoyar sus conclusiones.
El conocimiento del hombre funciona de esa forma, se enriquece de todos los que gustan de compartir su sentir y razones sobre lo que ven y escuchan, es una construcción social, no generación espontanea. Nace de la humildad de escuchar lo que otros vieron, caemos en la soberbia si juzgamos a nuestro ojos todo poderosos y que son los únicos capaces de ver y comprender la sustancia y el alma del entorno; pero hay cosas que escapan y se refugian porque otros lo podrían comprende mejor. Se escapan mientras miras a otro lado o las entiendes distinto.
Pero la cuestión va más allá de que ven unos y que ven otros: una misma historia ha de tener muchos testigos y versiones, conocer la mayoría de estás te genera una mejor idea de la historia, se entienden mejor sus aristas, sus personajes, sus olores. Para no seguir mamando con el mismo punto hago mi conclusión, porque ya llegaron las chelas y ya llevo muchos días con esto. La cosa está en abandonar los pequeños circulos y dejar de buscar personas que piensen los mismo para hablar de lo que nos gusta, ampliar los horizontes se vuelve primordial para empezar a modificar los vicios de nuestra sociedad, de manera que tengamos una visión plural e incluyente en la dirección y acciones que debemos tomar para mejorar en conjunto. Chale por tardarme tanto me la pasé dando rodeos. Puede ser que este texto pueda parecer un tanto ingenuo y en momentos repetitivo, pero tengan paciencia, iremos mejorando, espero...
Ulises Silva.