martes, 22 de junio de 2010

Estamos en el mapa.

Al oeste de la república mexicana, pegado al Océano Pacífico, al sur del estado de Sinaloa, al norte y y noroeste de Jalisco y al suroeste de Durango, hay un lugar llamado Nayarit cuya ciudad capital es Tepic. Sólo hasta hace muy poco tiempo este ciudad tendría que ser contado como uno de los sitios más aburridos del mundo, sólo después quizás de alguno habitado únicamente por mormones; si escuchabas hablar de Tepic era seguramente por un accidente o casualidad geográfica. Y no sólo la capital, el estado entero era una incógnita para los demás respetables ciudadanos de la república, que escuchaban Nayarit, y pensaban en alguna marca de leche o una de esas tribus que viven en la sierra, pero que lo relacionaran con un estado... muy difícil.

Pero de hace ya algún tiempo para acá los medios de comunicación se han encargado de sacar del anonimato al darle un espacio considerable a este pedazo de tierra enigmático. Sucedió de repente y sin cita previa que Tepic dejó de ser un lugar soso con gente muy "respetable" que iba a misa, buscaba otras personas respetables para emparentarlas con sus chamacos, una sola sala de cine, antros donde depende del auto que traigas para ver si te dejan entrar a escuchar música frutera, digo grupera. Ahora, puede que suene a cinismo, es mucho más, si no divertido, sí una ciudad dinámica donde el aburrimiento ya no es una opción. Salir a la calle es una aventura desconocida, con la emoción de no saber si te va a tocar una balacera, te van a robar el carro, te encontrarás un narco famoso que te amenace o te de dinero por no voltearlo a ver... en fin no sabes que suceso emocionante y lleno de adrenalina te puede tocar en la calle. Incluso sin salir de casa la emoción puede tocar a tu puerta o tu teléfono.

Nayarit es ahora, cómo lo prometió su gobernador, un destino turístico para todos aquellos que están aburridos de la cotidianidad y la monotonía, que están en busca de emociones fuertes y no le temen al peligro, personas que no se conforman con el teatro y los desfiles de carnaval. Tepic no tiene nada que envidiar a ciudades cómo Paris, Rio de Janeiro, Londres, Nueva York o Roma, mucho menos a Estambul, Bagdad o Kabul, la violencia le ha dado toda la publicidad que clamaba a gritos Ney Gonzaléz, Nayarit podrá ser cualquier cosa, pero aburrido nunca más.

Ulises Silva.