lunes, 7 de febrero de 2011

Mil 59 niños que a nadie le importan.

Gabriel Pérez

No hay muerte que valga más que otras. Cada una de las vidas que se han perdido a lo largo de estos cuatro años, valía mucho.

Claro, se dice que la mayoría eran miembros de la estructura de los grupos de narcotraficantes, lo que al parecer los devalúa, los deshumaniza.

Yo no lo creo. El fenómeno del narcotráfico está relacionado directamente con la falta de oportunidades, con el consumo y con toda una serie de carencias, lo mismo económicas, que sociales y hasta familiares.

Sin duda, aquellos que por decisión propia se incrustaron en las bandas dedicadas a comercializar droga, extorsionar, secuestrar y demás actividades criminales, asumieron el riesgo de hacerlo. La vida la colgaron de un hilo muy delgado. Lo mismo aplica, del otro lado. Los policías y soldados caídos sabían a lo que se metían, cuando decidieron dedicarse a la carrera de las armas.

No por eso todos y cada uno de ellos eran menos padres, menos hijos, hermanos, primos, sobrinos o nietos de alguien. Hay, sin embargo y por desgracia, también una larga lista de muertos “inocentes”. Víctimas de fuego cruzado que cayeron cuando quizás no debían haber muerto.

El viernes pasado la ONU dio a conocer un comunicado en el que la organización externó su “preocupación” por los más de mil niños asesinados por las balas de la mal llamada e inútil guerra contra el narcotráfico.

Ese escalofriante saldo rojo y el comunicado de la ONU, fueron precedidos por la difusión de un estudio realizado y dado a conocer el pasado noviembre por la Red por los Derechos de la Infancia en México. El número exacto, hasta esa fecha, era de mil 59 pequeños que perdieron su vida por la guerra calderoniana.

Mil 59 sueños, mil 59 esperanzas, mil 59 sonrisas, mil 59 hijos, nietos, hermanos, primos, sobrinos de alguien, que murieron, además, en balde.

Esta información, dolorosa e inquietante, por alguna extraña razón no alcanzó la primera plana de ningún periódico nacional, el sábado. A los editores de los medios no les parece relevante que haya mil niños enterrados, mil familias desgarradas, mil historias de dolor jamás contadas. En ese sentido, el presidente Felipe Calderón ha logrado una gran victoria: la de abaratar hasta la nulidad la vida de los niños mexicanos.

Para abonarle a la tristísima actitud de los medios de comunicación, la información se topó con un fin de semana largo y la predecible apatía de los activistas que utilizan causas nobles para su muy personal beneficio.

Por ello, un grupo de tuiteros ciudadanos, se unió y lanzó un reto por Internet: buscan que 100 blogueros se unan y difundan de nuevo la información que tanto le preocupa a la ONU (y tanto nos vale madre a los mexicanos), a partir de mañana.

La convocatoria la han lanzado en esta dirección: http://actuable.es/retos/blog-action-day-los-mas-mil-ninos-muertos-la-llamada-2

Ojalá que alguien los escuche.


Fuente: http://www.cronicahidalgo.com/2011/02/mil-59-ninos-que-a-nadie-le-importan/